Azota la sequía vasta región de la zona T-MEC Actualmente los estados de Sonora, Chihuahua, Sinaloa…

[ad_1] Azota la sequía vasta región de la zona T-MEC

Actualmente los estados de Sonora, Chihuahua, Sinaloa, Durango, Zacatecas, Nayarit, Jalisco, Colima, Michoacán y Guanajuato tienen serias afectaciones por la sequía. Estas entidades, representan entre el 60% y 70% de la producción agrícola y ganadera total de México, según informes del USDA / GAIN (U.S. Department of Agriculture. Global Agricultural Information Network).

En Sonora y Chihuahua, el reporte puntualiza que los ganaderos declaran reducciones en sus hatos del 40%. En Sonora reseña más de 300,000 cabezas sacrificadas o vendidas a otros estados y se estima ese número llegue a 426,000 cabezas en julio, cuando normalmente comienza la temporada de lluvias. Los ganaderos de Chihuahua enfrentan caída de precios del 20% del promedio. Otros afectados son Coahuila y Tamaulipas. Entidades como Jalisco, Veracruz y San Luis Potosí, importantes productores de ganado se han visto con menores daños.

Cabe señalar que de igual manera se reflejan niveles preocupantes de sequía en Estados Unidos. El USDA / ERS (U.S. Department of Agriculture, Economic Research Service), informa que, a principios del mes de mayo, el 66% del país experimentaba algún nivel de sequía. Además, el 23% de esa nación se encuentra en las dos peores categorías de sequía (extrema a excepcional).

De acuerdo con el informe, el 36% del hato de ganado estadounidense experimenta sequía, y el 14% se encuentra en regiones de sequía extrema a excepcional. Además, cita que el 44% de los pastizales están en malas o muy malas condiciones.

Impactos a la producción, rentabilidad y economía
Las condiciones de sequía acumulada reducen la capacidad de carga animal en los ranchos, así como la producción de granos y forrajes, lo cual repercute en toda la cadena de suministro de carne: aumentan los costos de suplementación alimenticia del ganado, forrajes y granos. Se desaloja ganado -que repercute en precios a la baja-, aumenta la oferta de animales para corrales de engorda, pre engorda y sacrificio, consecuentemente hay mayor oferta de carne en el corto plazo, mientras que en el mediano plazo (2022) en caso de lluvias aceptables, habrá menor oferta de ganado, por la reposición del hato ganadero y menos vientres a pariciones, lo que eventualmente mueve precios al alza del ganado y limita la producción de carne, fenómeno que puede darse tanto en México como Estados Unidos.

Con respecto a los precios de ganado del año en curso, al tener los corrales de engorda definida su capacidad de recepción de ganado, los productores “compiten” por el espacio en los corrales de engorda, en un entorno de relaciones beneficio / costo para la engorda.

Por otro lado, en los casos de disminución en la oferta de ganado (previsto para el 2022), la industria engordadora, suele aumentar el peso de los canales para compensar la disminución de ganado disponible, todo ello, en base a la relación beneficio /costo, de precio de alimentos, ganado y carne. Para ello, los frigoríficos deben ser capaces de aumentar sus niveles de sacrificio, por lo que es pertinente recordar las interrupciones laborales al comienzo de la pandemia de COVID – 19, así como aquellas debido al clima extremo que se presento en febrero del año pasado en Estados Unidos (intensas nevadas), o el ciberataque del pasado domingo 30 de mayo, a JBS Foods, la empacadora de carne más grande del mundo, que resultó en el cierre de nueve de sus plantas en los Estados Unidos el martes 1 de junio.

En función de lo anterior, en Estados Unidos, según el USDA / ERS, se estima que la producción de carne en el 2022 caerá por primera vez en 7 años en un 2%, proyecta además alza en precios del ganado de engorda y su alimentación, debido a la reposición del hato ganadero y una demanda sólida de carne de res en 2022. El aumento de las exportaciones estadounidenses de carne bovina a China refleja, en parte, la creciente demanda de carne y los continuos desafíos de la fiebre porcina africana que mermo el inventario porcino del país asiático.

Para el ganadero del norte de México y sur de Estados Unidos y considerando la reducción actual del hato, sea por muerte, sacrificio o venta, es probable se den oportunidades para proveer ganado de registro y material genético, una vez recuperados los agostaderos y que se reinicie el repoblamiento ganadero en Sonora y Chihuahua.

Mientras tanto los ganaderos mexicanos claman apoyos al gobierno federal y estatales: seguro ganadero y agrícola, créditos para hacer frente a la sequía, asistencia técnica, así como programas de ayuda para catástrofes naturales, sin embargo, muchos de ellos han desaparecido o los presupuestos asignados son muy reducidos.

La temporada de lluvias
Según el reporte del USDA / GAIN, se esperaba que la temporada de lluvias en México comenzara el 1 de junio, donde algunas zonas aisladas han recibido precipitaciones que brindan optimismo. Los pronósticos para las temporadas de huracanes para el 2021 prevén un avance ligeramente superior en número y fuerza de tormentas y huracanes en el Atlántico y una actividad por debajo de lo normal en el Pacífico, lo cual no augura las presas se recuperen de sus bajos niveles de almacenamiento de agua, siendo preocupante para la producción agrícola.

El reporte refiere precipitaciones en la mayoría de las áreas afectadas por la sequía, pero enfatizando que el noroeste de México probablemente tendrá problemas al comienzo de la temporada de lluvias.

Con todo lo anterior, cierro con una charla a fines de la década de los ochenta, en el estado de Sonora, que en aquel entonces sufría una sequia abrumadora: sentados varios familiares y amigos, era temprano, alta temperatura, café bien cargado, acompañado de viandas, pregunta el entonces estudiante de agronomía (el que escribe), al ganadero de la región, médico veterinario zootecnista, de gran bagaje cultural, de estructura física imponente, personalidad fuerte y decidida:

…… y cómo la ve con la sequía Tío??, la respuesta fue inmediata, sagaz y corta de palabras: ¡Muy bien! Después de tan desconcertante reacción, se hizo presente un silencio sepulcral. Luego de segundos, rompe el silencio provocado por su disruptiva aseveración, palabras mas, palabras menos, dijo: vivimos en un estado desértico, no es la primera sequía que tenemos, ni la última, el ganadero tiene que aprender a manejar el rancho y convivir con la sequía, el que no cuida, planea y preserva el ecosistema del desierto, no debe ser ganadero …..

Quede este pequeño fragmento de una larga charla, como aporte al sano debate, reflexión y mejora de nuestras practicas ganaderas.

César Rafael Ocaña Romo. M.Sc. in International Agricultural Sciences. Humboldt Universität zu Berlin, Alemania.

Fuentes consultadas en versión impresa de Revista Sonora Ganadera

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