Cuando tu padre es vaquero; Creces de manera diferente a los niños que te rodean.
Tu padre te enseña cosas como cambiar el aceite en tu camioneta o cómo lazar.
Cuando tu padre es vaquero; Te enseña que el trabajo duro dará sus frutos.
Cuando tu padre es vaquero; Aprendes sobre la vida y aprendes sobre la muerte.
Aprendes a tratar a los animales enfermos y aprendes cómo despellejar animales.
Cuando tu padre es vaquero; Aprendes que hacer las cosas de la manera correcta primero, siempre es mejor.
Cuando tu padre es vaquero; ¡Aprendes a arreglar cercos!
Cuando tu padre es vaquero; Escuchas historias de caballos salvajes que corren por el jardín de mamá. Escuchas historias de atrapar coyotes o perseguir a gatos salvajes.
Cuando tu padre es vaquero; Las vacaciones familiares son picnic’s en el arroyo o largos recorridos arriando ganado.
Cuando tu padre es vaquero; Aprendes a empacar uno o dos lonches, porque es posible que no estés de vuelta en la cena.
Cuando tu padre es vaquero; Escuchas cosas como: «Levántate. Estás desperdiciando la luz del día de Dios».
Cuando tu padre es vaquero; No hay tiempo para llorar.
Cuando tu padre es vaquero; Siempre tienes un amigo.
Cuando tu padre es vaquero; Te enseña modales y tradiciones.
Cuando tu padre es vaquero; Sus manos se sienten como papel de lija.
Cuando tu padre es vaquero; ¡El primer vehículo que conduces, es un tractor!
Cuando tu padre es vaquero; Te encuentras más interesado en el clima y los mercados de ganado, después te enteras de otras noticias.
Cuando tu padre es vaquero; Aprendes que cuando dice: «¿Me ayudas a mover un ganado?» Realmente significa “Me ayudas todo el día”.
Cuando tu padre es vaquero; Aprendes ética laboral a una edad muy temprana.
Cuando tu padre es vaquero; No recibes un salario. Te dan una palmadita en la espalda.
Cuando tu padre es vaquero; ¡Tienes la mejor vida!
Crédito: Ivan Estrada
#comunidadganadera
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