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Como incrementar la productividad ganadera sustentable de los agostaderos de Sonora

Poco puede hacer el ganadero referente a las lluvias, sin embargo, están en sus manos estrategias de manejo zootécnico del ganado y de aprovechamiento de los forrajes del rancho, para incrementar la productividad ganadera sustentable de los agostaderos de Sonora.
La productividad ganadera en ranchos con sistema vaca-becerro, se da gracias a la cosecha de biomasa de plantas (productividad primaria) por el ganado bovino (Figura 1), de donde obtiene sus necesidades de energía y nutrientes para mantenimiento, crecimiento, reproducción y lactancia, según sea su etapa fisiológica, dando como resultado la producción de crías (productividad secundaria). Las crías producidas salen del rancho, para ser comercializadas y así el ganadero, obtiene el beneficio económico.
El aprovechamiento del forraje producido, por el ganado, se da no solo con el consumo, sino con las estrategias que permitan que el ganado correcto consuma el forraje en la etapa fisiológica adecuada, y genere crías o el crecimiento de estas (Figura 1). Por ejemplo, los manejos que lleven a acercarse a un 100% de pariciones y manejos que llevan a pariciones oportunas en la época de mayor productividad en cantidad y calidad de forraje, maximizarán el aprovechamiento para convertir más biomasa de plantas en kilogramos de crías a la venta.
Las plantas, a su vez, toman los nutrientes del suelo, en presencia de humedad disponible, para crecer y convertirse en forraje aprovechable para el ganado. El suelo y sus propiedades físicas, químicas y biológicas, juegan un papel muy importante para mantener fertilidad, hidrología y biogeoquímica, que retroalimenten positivamente al sistema con almacenes y disponibilidad de agua y nutrientes para la productividad vegetal (Figura 1).
El clima, con elementos del tiempo atmosférico como la precipitación y la temperatura, influencian considerablemente al sistema de producción ganadero, dado que la humedad del suelo activa la biogeoquímica para la transformación, inmovilización, almacenamiento y disponibilidad de nutrientes para las plantas. La ausencia de precipitaciones puede dar lugar a sequias que limitan la productividad del sistema. Cada año llueve diferente, ocasionando una producción mayor o menor de forraje, esto nos lleva a tener que ajustar la cantidad de animales en el rancho, o a tener que llevar alimentos al rancho para suplementar esa deficiencia de forraje.
La productividad sustentable de los agostaderos del estado de Sonora, se da con el uso de los recursos naturales que permiten, por una parte, maximizar los beneficios sociales (producción de crías de bovino) y por otra la conservación de la resiliencia del sistema ecológico (conservación de suelo, cubierta vegetal, etc.) evitando la degradación del terreno. Para lograr la productividad sustentable de los ranchos Sonorenses, es necesario un trabajo interdisciplinario que integre las ciencias ligadas al animal (ejemplos: reproducción, zootecnia,
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nutrición, etc.), las ciencias ligadas al ecosistema (ejemplos: manejo de pastizales, ecología, etc.) los aspectos ligados al hombre (ejemplos: sociales, económicos, políticas públicas, etc.).
Figura 1. Elementos de la productividad ganadera de los agostaderos del estado de Sonora en el sistema vaca-becerro (esquema y fotografía: H. Celaya-Michel).
Aprovechamiento Animal
Para incrementar la productividad de los agostaderos Sonorenses, desde la perspectiva del ganado bovino, es necesario aplicar aspectos de la zootecnia involucrados con la producción animal, por ejemplo: la nutrición, la reproducción, la sanidad, el mejoramiento genético, etc. Asegurando los aspectos zootécnicos se podrá obtener una mayor conversión de la energía y los nutrientes obtenidos de las plantas, a biomasa de ganado en pie.
El reto es que la reproducción de los bovinos se acerque a un 100% de pariciones. Nada fácil de lograr, dado que el promedio reportado es de alrededor de 60% (COTECOCA, 2002). Por ejemplo, el establecer épocas de empadre ayudaría a tener partos en la época de más forraje disponible en calidad y cantidad. Otro ejemplo es el tener un cuidado especial en el rancho, con las vacas de primer parto, dado que no solo necesitan nutrientes para la lactancia, sino también para continuar crecimiento y quedar gestantes nuevamente. Lo anterior busca que el consumo de forraje se vea reflejado en crías al finalizar cada ciclo, solo las vacas gestantes pueden lograr ese resultado, mientras que las vacas vacías no darán becerros o becerras, por lo cual su consumo de forraje será en vano.
La variabilidad de la precipitación, ocasiona cambios en la producción de forraje y su calidad nutricional, por ello algunos ejemplos de acciones nutricionales pueden ser: suplementación mineral, proteica y/o energética, para ayudar a complementar la nutrición del ganado, para que las vacas conserven su condición corporal mínima para no afectar el porcentaje de parición para
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el próximo ciclo. Otras estrategias como el destete precoz más alimentación completa de animales destetados, el acondicionamiento de becerros ó pre engorda en el rancho previa a la venta, pueden redundar en mayores pesos de las crías a la venta en años de baja producción de forraje del rancho. Otros manejos se pueden hacer para ajustar la cantidad de ganado en el rancho ante cambios en la producción de forraje estacional.
Suelo, plantas y consumo sustentable de forraje
El uso sustentable de los recursos naturales con fines ganaderos se menciona en la definición de manejo de pastizales: "la ciencia y el arte de planificar y dirigir la utilización de las tierras de pastoreo con el fin de alcanzar una producción ganadera máxima, sostenida y económica consecuente con la conservación y/o mejoramiento de los recursos naturales relacionados: el suelo, el agua, la cubierta vegetal y la fauna silvestre" (Huss et al., 1974).
Para conservar la resiliencia del ecosistema y su funcionamiento óptimo, se requiere considerar ciencias ligadas a el manejo de pastizales, los suelos, la taxonomía, la fisiología de las plantas, la ecología, la producción animal, la economía, la agronomía, la vida silvestre, etc.
Las acciones para maximizar la productividad sustentable de los ecosistemas deben considerar los procesos para proporcionar a las plantas sus requerimientos. Más específicamente acciones como: planificar, dirigir y manipular el pastoreo de manera que las plantas del ecosistema puedan producir forraje, semillas, y mantener un sistema resiliente que de sustentabilidad a la actividad (Resilience Alliance, 2010), para maximizar la producción de forraje del agostadero.
Para incrementar la productividad de los agostaderos Sonorenses se necesita diseñar sistemas de pastoreo que permitan el grado y la frecuencia de utilización óptima de los tipos de vegetación de Sonora. Los sistemas de pastoreo deben considerar la carga animal y la frecuencia de defoliación en términos de semanas o meses, pero también de años, que combinen la utilización seguida por un período de descanso. La acumulación de defoliación excesiva año tras año, debilita de la vegetación perenne, siendo las plantas palatables las que pueden perjudicarse más (Figura 1).
La importancia de la hojarasca y el mantillo, radica en que tienen un papel muy importante reduciendo erosión del suelo, tanto hídrica como eólica y reduciendo la evaporación de la humedad del suelo. Además de contribuir al reservorio de materia orgánica del suelo, que, con la descomposición microbiana, renueva su fertilidad y se traduce en nuevo crecimiento de forraje.
Conservar el suelo y mejorarlo, permitirá mantener la productividad anual e incluso incrementarla con el paso de los años. El suelo y sus propiedades físicas, químicas y biológicas, jugara un papel muy importante para mantener fertilidad, hidrología y biogeoquímica que retroalimenten positivamente al sistema con almacenes y disponibilidad de agua y nutrientes para la productividad vegetal (Figura 1). Algunos ejemplos de propiedades del suelo son el contenido de materia orgánica del suelo y la compactación. Generalmente a mayor contenido de materia orgánica menor será la compactación del suelo y permitirá que el aire y el agua penetren en el suelo con mayor facilidad (Packer, 1953; Rauzi y Hanson, 1966). Lo anterior tiene implicaciones muy importantes en infiltración de agua y actividad de microorganismos,
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resultando en mayor disponibilidad de humedad y nutrientes para las plantas, que se traducirá en mayor producción de forraje (Figura 1).
Conclusiones
Incrementar la productividad sustentable de los agostaderos del estado de Sonora en el sistema vaca-becerro no es una tarea fácil. Se requiere un trabajo interdisciplinario, incluyendo ciencias ligadas a la producción animal, al ecosistema, a la sociedad y a la economía, para que, mediante planes, monitoreo y administración, hacer los ajustes estacionales, que lleven a que el agostadero produzca más forraje, y posteriormente el consumo de forraje se vea reflejado en más crías.
El trabajo interdisciplinario es necesario para poder contar con todos los elementos que favorezcan el máximo beneficio de la producción animal y la conservación de ecosistemas resilientes, con bajo riesgo de degradación y desertificación, para que las futuras generaciones sigan obteniendo satisfactores de los ranchos, con una producción de forraje que se mantenga con el paso de los años.

Hernán Celaya-Michel*, Jesús Anaya-Islas, Miguel A. Barrera-Silva, Reyna F. Osuna-Chávez y Jesús Sosa-Castañeda.
Departamento de Agricultura y Ganadería, Universidad de Sonora, Carretera a Bahía Kino Km. 21, Apdo. Postal 305, Hermosillo Sonora, México. *hernan.celaya@unison.mx

Literatura revisada
Asner, G. P., A. J. Elmore, L. P. Olander, R. E. Martin y A. T. Harris. 2004. Grazing systems, ecosystem responses, and global change. Annual Review of Environment and Resources 29: 261-299.
Camou H. E. 1998. De rancheros, poquiteros, orejanos y criollos: los productores ganaderos de Sonora y el mercado internacional. El Colegio de Michoacán AC.
COTECOCA. 2002. Diagnóstico de los agostaderos del Estado de Sonora. SAGARPA. Coordinación General de Ganadería. Comisión Técnico Consultiva de Coeficientes de Agostadero. México. p. 52.
Huss, D. L., Aguirre, E. L., y Edmundo, L. 1976. Fundamentos de manejo de pastizales. ITESM. Div. De Ciencias Agropecuarias y Marítimas. Monterrey, NL, México.
Packer, P. E. 1953. Effects of trampling disturbance on watershed condition, runoff, and erosion. Journal of Forestry 51: 28-31.
Patrocipes. 1995. Guía práctica para el Establecimiento, Manejo y Utilización de Zacate Buffel. Patronato de Centro de Investigaciones Pecuarias del Estado de Sonora A.C. Hermosillo, Sonora
Phillips, C. J. 2010. Principles of cattle production. CABI.
Rauzi, F. y C. L. Hanson. 1966. Water intake and runoff as affected by intensity of grazing. Journal of Range Management 19: 351-356.
Resilience Alliance. 2010. Assessing resilience in social-ecological systems: Workbook for practitioners. Version 2.0.
Walker, B. H., N. Abel, J. M. Anderies and P. Ryan. 2009. Resilience, adaptability, and transformability in the Goulburn-Broken Catchment, Australia. Ecology and Society 14(1): 12.
Whitford, W. G. 2002. Ecology of desert systems. Academic Press.
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