El manejo de las abejas corresponde a una actividad pecuaria denominada apicultura, que es de gran beneficio para los ecosistemas, en la producción de alimentos y la vida en general.
Esta actividad se puede desarrollar en lo individual o en grupo, a pequeña escala como autoconsumo, con un poco más como diversificación de actividades o en mayor cantidad como actividad principal.
Para desarrollar la actividad apícola se propone implementar módulos apícolas consistentes cada uno en cuatro colmenas o núcleos y un banco de varillas desarmable, éste banco tiene algunas ventajas como trabajar más cómodamente, no poner el material cerca del suelo, defender las abejas de plagas, mejor control sanitario y a la vez que se tecnifique mas ésta actividad a nivel de campo.
Al ser propietario de un terreno y no hacer apicultura es bueno por lo menos permitirle a algún apicultor el ingreso con colmenas a su predio, con las debidas indicaciones como dueño, recibiendo como beneficio la polinización. Se conoce que la polinización de las flores por insectos, el viento y principalmente por las abejas provoca la mejora de frutos y semillas logrando una mayor capacidad de germinar y crecer para una mejor reforestación natural.
La apicultura siendo rama de la ganadería tiene gran importancia como alternativa para mejorar los ingresos de las personas que la desarrollan, si se maneja adecuadamente y con buenas condiciones naturales que son necesarias para las buenas producciones. Condiciones adversas igual afectan a la apicultura, no desarrollándose ni produciendo bien. Sin embargo con un manejo adecuado, ésta actividad después de beneficiar a los ecosistemas y agostaderos en plantas, pastos, es rentable por sus distintos productos que da, como; miel de buena calidad, polen, propóleos, cera, veneno, núcleos de abejas, da empleos y quienes la trabajan tienen una alternativa de integrar a la familia en el negocio.
En los equipos para trabajar las colmenas es indispensable el humador como principal herramienta y en el equipo de protección personal como mínimo el velo de apicultor para proteger los ojos y la cara, así como ropa gruesa de color claro y no afelpada con lo que protegerá el apicultor su cuerpo, además evitar lociones o aromas fuertes, todo esto como precaución, sin embargo una vez recibido algún piquete de abejas o varios, la principal forma de disminuir el dolor y la inflamación es evitando el ingreso de veneno al cuerpo, no quitando los aguijones por pellizco, para no presionar la bolsita del veneno la cual está adherida al aguijón más bien hay que raspar para quebrar el aguijón o ponzoña para que ya no entre más veneno a la piel. Estos datos es con el fin de crecer la cultura del manejo de las abeja y evitar accidentes y no infundir temor, con respeto y cuidado se evitan problemas, ya se dice que no pica la abeja si en paz la dejas.
La apicultura la desarrollan las abejas y los apicultores, una colmena tecnificada la conforman el equipo que contiene a la colmena que es la cámara de cría y la o las alzas más el material vivo que son las abejas de las cuales una abeja es la reina, varios cientos son zánganos y varios miles son obreras o abejas. Cada colmena con gran organización trabajando en equipo y las funciones de las abejas obreras van en relación a su edad, muy jóvenes son aseadoras, entre los 7 y 20 días son alimentadoras de larvas y reina ya que a esa edad producen la jalea real, luego recolectoras de lo que acarrean las pecoreadoras para acomodarlos en los panales, son ventiladoras para enfriar la colmena y para eliminar el exceso de humedad de la miel, producen cera para la construcción de panales, son guardianas y aproximados los 21 días son pecoreadoras para traer a la colmena néctar de las flores que transforman en miel, polen de las flores como fuente de proteína para la cría y su subsistencia, propóleo o resinas de brotes tiernos de las plantas, acarrean agua para sus funciones y para enfriar la colmena.
PRODUCTOS
Las formas de trabajar ésta actividad pueden ser muy variadas, dependerá mucho del criterio de cada productor, del tiempo y esfuerzo que le dedique y la cantidad de recursos que puedan invertir. Sin embargo se recomiendo trabajarlas con un módulo como mínimo (cuatro colmenas y un banco) para producción de autoconsumo o muy poca venta, en varios módulos o en mucha mayor cantidad de módulos. Se considera un aproximado de 15 L de producción de miel por colmena por año.
Para la cría de abejas sería muy raro encontrar lugares que no fueran apropiados, por lo que es con éste primer trabajo una invitación a analizar ésta actividad y realizarla en sus lugares, esperando tener la oportunidad de enviarles algunos más ya que sé que hay interés, por el momento enviándoles un afectuoso saludo, estando a la orden:
MVZ MIGUEL ANGEL CORNEJO PORCHAS
Cel 6621942783
